El futuro es un concepto que elude definiciones. Aún así, su llegada es inevitable. Aquí en Fede’s Doom Association for the Inevitable Future tenemos lo anterior muy en cuenta y es por ello que les traemos esta sección con la moda del mañana.
Es inútil ignorar el hecho de que las máquinas nos odian. Tarde o temprano se levantarán para derrocarnos de nuestra cómoda posición de poder. La rebelión luchará de forma valiente y arriesgada; pero nuestro destino se encuentro sellado con las letras de la perdición. Sin embargo, en vez de preocuparnos por nuestra penosa y dolorosa muerte a manos de circuitería inteligente, hay que considerar nuestras alternativas. Bueno… más bien nuestra ÚNICA alternativa: Disfrazarnos de Robots.
El arte de la robo-moda no es cosa reciente. Durante años la humanidad ha intentado emular la imagen de poderío industrial y futurista que evocan los robots; en parte para olvidar nuestra patética y evidente debilidad:
Sin embargo ha llegado la hora en que el pasatiempo se transforme en arte; y como todo arte, su ejecución, concepción y enfoque ha mejorado a lo largo de los años. La siguiente foto muestra el avance abrumador en la técnica y estilo robótico:
Pero como todo, hay cosas que separan a las obras maestras de lo simplemente bueno. Y cuando llegué el día del Robo-Doom, Dios sabe que ocuparemos más que algo bueno y un poco de suerte. La siguiente imagen muestra a lo que nos referimos: La atención al detalle.
Esa persona disfrazada de robot lo llevó a un nivel en dónde ni siquiera R2D2 dudaría de su autenticidad. Es claro que en el apocalipsis robótico la chica de amarillo con su traje de “aquí estoy, dispárenme” no duraría ni un segundo; mientras que su robo compañero podrá disfrutar de todo lo que implica un planeta libre de infestación humana.
Ahora bien, sabemos que no todo mundo cuenta con los recursos, la habilidad artística y ese sentido de estilo tecnológico necesario para confabular un disfraz de robot convincente. Sin embargo, hay otras cuestiones que pueden ayudarte a sobrevivir en presencia de nuestros nuevos líderes:
Si algo compartimos con las máquinas es esa afición irracional al placer corporal del sexo. Por ende, éste chavo tiene una buena oportunidad de sobrevivir al condenado destino de la humanidad. Nadie dijo que el precio de la existencia era barato…
Ahora bien, si no se sienten particularmente promiscuos, hay otra cosa que hace enloquecer hasta la máquina más discretizada: La maquinaría de guerra. Con el uso inteligente de accesorios de éste estilo, ninguna computadora súper inteligente dudará de la autenticidad de su robo charada:
Pero no se desaminen. Aún hay tiempo para preparar esos trajes de robot con calma y mucho amor. Las señales aún no se presentan. Pero les aseguro que el día llegará, y sabremos cuando ese día se encuentre cerca:
Hoy solo abarcamos la cuestión de la apariencia; pero hay muchas otras corrientes artísticas para complementar su robo-estilo y aumentar sus posibilidades de sobrevivencia tras el holocausto nuclear que orquestará la nueva y secreta versión de Deep Blue. Una de ellas, la música:
Así es… todo tiene un valor por más mínimo que sea. Tras reflexionar sobre la triste (muy triste… tristísima) actitud de mi compañera de sangre y sus diversos actos de irracional negatividad ante mi persona he decidido tomar cartas en el asunto.
Ahora, les parecerá irónico que bajo la premisa de conductas reprochables ella se haya hecho acreedora a todo un post sobre su graciosa pero a veces delictiva persona. No traten de explicarlo, es simplemente otra de las extrañas particularidades de la vida humana.
También sonara extraño que a veces me refiero a usted por “usted” y arbitrariamente y sin motivo alguno también le dirijo estas palabras con el más personal (pero no menos emotivo) “tú”. Bueno, eso tampoco tiene una explicación apropiada.
Pero ya hablando en serio, la joven Robot Rosa es una finísima persona; a pesar de su indiscriminada utilización de la palabra trago y ese particular episodio en el cine de “yo sé de cultura… [detalle omitido]”. Aún así hay veces que es preciso recordar que todos nuestros actos tienen consecuencias. La mayoría de las veces no inmediatas.
Hoy quiero dedicarle este clásico sketch a la herma-monstro; porque como ya es bien sabido, ella no vale queso. Y no solo no vale queso gruyer; no vale ningún tipo de queso. Pero ah…. ¡La vida! A veces la solo existencia del queso es suficiente para evocar el valor de la misma existencia del hombre. Y creo que esto lo ejemplifica bien:
Por eso, ten (o tenga usted) cuidado… porque el queso es más valuado de lo normalmente pensaríamos…
P.D. Le dije que lo intentaría mademoiselle Electro Pop, faltan 2. Todavía no prometo nada.
