Thursday, February 17, 2011

Cansado de no ver la luna

Estoy cansando. Cansado de renunciar a las cosas que sé que valen la pena. Cansado de olvidar todo eso que antes me importaba. Cansado de soñar y tener que despertar. Cansado de vivir mi vida como si fuera ajena. Cansado de perdonar antes de que se me ofenda y de disculparme antes de hablar.

Estoy cansado. Cansado de pensar una cosa y hacer otra. Cansado de no actuar cuando hay que hacerlo. Cansado de esperar. Cansado de pensar. Cansado de preguntar lo que ya sé. Cansado de entender lo que nadie ve, de ver lo que nadie entiende y de saber lo que nadie quiere reconocer.
Estoy cansado. Cansado de tratar de librarme de todo esto. De perderme para según yo encontrarme. De destruirme tan solo para sentir. De sentir tan solo para vivir. De vivir tan solo por el hecho de hacerlo. Estoy cansado de ideales vagos resumidos en pequeñas frases, de esperanzas sin fechas límites y de recuerdos alterados por el tiempo.

Estoy cansado. Cansado de comprender y no comprenderme. Cansado de complicar lo sencillo y valorar lo trivial. Cansado de solo ser un reflejo, de vaciarme con cada interacción, y llenarme tan solo con soledad.

Estoy cansando. Cansado de no ver la luna. Cansado de no escuchar su voz. Cansado de no sentir su sonrisa, de no bailar su son. Cansado de no disfrutar su locura, de no comprender su llanto. Cansado de no besar su silueta, de no dormir bajo su manto.

Estoy cansado de estar tan tranquilo… cansado de no querer enojarme, cansado de no poder llorar. Estoy cansado de sentirme tan parte de toda esta realidad. Cansado de olvidar que toda esta historia la conozco ya.

Monday, February 7, 2011

Sunset at the invisible beach

Aquí estoy una vez más, con todos mis secretos esparcidos en alguna calle de la cual no recuerdo su nombre. Es triste cuando lo único que completa la imagen de ti mismo tiene que ver con antiguos ensayos de novelas no publicadas pero ya bien conocidas.

Cuando revelas a alguien ese dato tan problemático de tu vida en un par de oraciones, es difícil el comprender lo mucho que has perdido. La ambigüedad del lenguaje hablado es torpe y titubeante. No es posible, al menos para mí, esconder ese espectro de múltiples significados y visiones en una oración burda y mundana de la comunicación diaria.

No es que me arrepiente de decir aquello que siento, sino que me avergüenza que no sea comprendido con la intensidad, claridad y color de la imagen con lo que yo lo veo. Me molesta no poder expresar la imagen completa, la idea en su totalidad, el sentimiento tal y como se presenta en mí y en todos ellos.

Aún así, el compartirlo es potencializarlo. El mencionarlo, es hacerlo una tanto realidad. El darlo a conocer es el poner de manifiesto un plan de existencia; y sobre todo, de convivencia. Sea cual sea el caso, la ilusión del tiempo continua; y las opciones de vida se multiplican al mismo tiempo que van desapareciendo…