Wednesday, September 2, 2009

Here we go again…

Les voy a contar una historia… un pequeño cuento digámoslo así.

El nombre de nuestro protagonista es Francisco Festejo, conocido en el bajo mundo como Paco Parranda (camarada y fiel compañero de Beto Balatas). El buen Paco Parranda es un poco como tú y como yo. Es un chavo inteligente, aterrizado y a veces un tanto excéntrico.

Paco estaba teniendo un mal día. De aquellos en los que te das cuenta de la gran cantidad de errores en los que constantemente caes. Días de esos en los que no puedes hilar una sola oración coherente; en los que simplemente no puedes encontrar ni el orden o paz mental para pensar. Porque realmente Paco la tiene fácil, o al menos uno así lo pensaría. Pero el momento es malo, y no precisamente por el día en sí. Es una cuestión de enfoques.

Hace algunos años Paco tuvo una revelación. Dio cuenta de forma cruda y real del error de sus caminos. Su gran amiga Indy Indiferencia resultó ser una terrible influencia. Y a pesar de la gran comodidad que le proporcionaba Paco la quería fuera de su vida. Pero la joven Indiferencia, celosa del tiempo, los pensamientos y actitudes de Paco; decidió luchar por su lugar en el horizonte del Sr. Parranda. La cruenta batalla duró muchas lunas, y aunque al final Paco logró emerger vencedor, la vengativa Indiferencia lo hirió permanentemente en la fragilidad de su ser.

Pasaron los años y Paco pudo adaptarse a su nueva visión del Universo y todo lo que lo compone. Lamentablemente Paco nunca dio cuenta que sangraba constantemente de esa antigua herida. Poco a poco iba dejando rastros de vida por donde iba. La sangre, al tocar el suelo, se esfumaba en un silencioso movimiento.

Aún así, Paco continuó asertivo, ingenioso, positivo, relajado y generalmente “adecuado”. Pero eventualmente… su interior se iba vaciando. Paco se dio cuenta al fin, y quiso llorar un poco; sin embargo había pasado tanto tiempo sin hacerlo que simplemente no encontraba la forma.

Hoy por hoy Paco sigue tranquilo… ligero, sin una gota de sangre. Va por ahí cumpliendo objetivos, cerrando plazos y matando de forma creativa la mismísima ilusión del tiempo. Esta vez sí le importa, pero ya no puede sentir. Y ese día… ese mal día es hoy. Porque hoy intentó actuar de manera diferente y simplemente resbaló en su misma ligereza.

6 comments:

Kyuuketsuki said...

Ja, tu post me pareció un espejo. Justo así me sentía hace unos meses... o algo bastante parecido.

Ahora creo que si hay cura. Creo.

P.D. Volví!

Fede Fiesta said...

Cuanto tiempo Sr. Kyuuketsuki. Llegó justo a tiempo para leer este post medio emo jaja.

Esperemos en efecto haya cura para Paco y los que padecen de su severa condición.

Pinkrobot said...

parece fábula :P una triste fábula :'( jajaja esto querías que checara?? tu post emo??

me agrada paco parranda, deberías darle mas historias, unas felices, para variar

Fede Fiesta said...

Esperemos que sea cuestión de tiempo joven Robot.

Aunque las fábulas tienen mensaje y la verdad ni siquiera yo entiendo que nos trata de decir la historia del Sr. Paco Parranda.

'ElectroPOP ♥.' said...

paco parranda es la levedad personificada no??

cuando tu vida goza de tanta ligereza, tanta falta de problemas, simplemente te vuelves irrelevante y lo que haces en verdad no importa (u),

hay heridas que definitivamente son eternas señor fiesta, eso lo sabemos bien los humanos

Fede Fiesta said...

Dos, tres señorita Electropop, dos, tres...

No es que le falten problemas, es que es muy sencillo ignorarlos...