No te vayas

-… perdón. Mira… realmente no espero que nada de esto sea mágico ni mucho menos. Pero, todo esto… fue un poco triste por decirlo de alguna manera. Mira… te voy a ser absurdamente sincero, lo cual no es algo que normalmente me caracterice.

Es simplemente el hecho de que… no sé… me encuentro increíblemente aturdido el día de hoy, y tú no tienes porque… vamos, no es tu culpa. Simplemente es el hecho de que…. Me siento vacio por dentro, es temporal, pero no quiero dejar las cosas así.

Porque… te conozco, pero no sé quién eres realmente y cada que comienza…. Cada que tengo que tomar este tipo de decisiones… me invade un sentimiento de parálisis, de duda, de miedo. Y no sé qué hacer y no sé qué decir, ni cómo reaccionar. Entonces empiezo a tener problemas incluso para pensar normalmente, para hilar de forma coherente una, dos o tres oraciones con algún indicio de sentido y una intención no tan superficial como la estúpida irrelevancia de mi día.

Porque esta lluvia es importante, este viento es significativo desde el momento en que altera mi forma de pensar… pero por Dios…. Simplemente no sé cómo decirlo o porque. Todo parece inútil, innecesario. Y si por mí fuera continuaría cavando este agujero hasta no sentir nada más. Pero creo… porque no sé. No lo sé, pero esta vez no lo quiero dejar. No quiero que este extraño fracaso selle una historia sin final. Perdón, porque si acaso… si algo… tal vez esto es solo un escape, un reflejo de extraña y personal desesperación. Pero ¿Qué tal si no? ¿Qué pasa si esto tiene algo de verdadero? ¿Si el idealismo no es mágico sino realista? Porque ya he perdido muchas oportunidades…

Es triste, pero de alguna forma motivador. Pero el pánico es real y es interno y es terrible y ensordecedor; pero silencioso, furtivo y cruel. Me paralizas, me paraliza. Y es acaso porque aquí no hay nada…. O simplemente es demasiado. Soy demasiado débil. Aunque… cobarde tal vez sea la palabra. Pero aun así sigo bajando las escaleras en un oscuro y terriblemente viciado abismo, y busco y busco y trato de destruir todo lo que soy, porque tras dinamitar esas paredes puede que ahí este la verdad. Tal vez es ese el problema. Por eso ya no sé qué hacer contigo. No quiero lastimarte, no quiero destruirte, no quiero utilizarte. Pero aún así, te pido perdón. Tal vez algo de bondad haya en eso.