D&D Update: Recapitulando (Parte III)

Hace poco se volvió a retomar la “roleada del Fede” después de algunas semanas de paros no previstos. Por tal motivo, trataré de continuar con los ya conocidos D&D Updates para llegar a la sesión más reciente. A continuación, una crónica rápida del episodio 9 y 10.

Sesión 9: Una mirada al Feywild

Después de la agitada batalla contra las fanáticas hordas de Kobolds, nuestros aventureros aún se encontraban dentro de los calabozos de Sikalth sin saber realmente quién era ese “dios” al cuál iban a ser sacrificados.

Tomando la iniciativa, Maedhros decide que es tiempo de salir de aquella prisión e intentar realizar el escape a través de la ciudad de kobolds. Para su sorpresa, al abrir la puerta que los llevaría al siguiente piso encuentra un panorama inesperado. Un frondoso y espectacular bosque.

Nuestros héroes, desconcertados por el cambio de escenario, deciden explorar de forma cautelosa el ambiente frente a ellos. Tras algunos minutos de investigación, Maedhros confirma que se encuentran en el Feywild, ese plano paralelo hogar de gnomos, eladrins y demás creaturas fantásticas.

Para continuar con las sorpresas, Feinn parece estar perdiendo poco a poco sus poderes… Smea, con quién forjó el pacto de poder hace tanto tiempo, clama por su ayuda. Al darse cuenta que no hay forma de regresar al plano material, el resto del grupo decide ayudar a Feinn de forma renuente.

Así comienzan a investigar la región dónde se encuentran y eventualmente arriban a un campamento de sátiros. Ahí son recibidos de forma amistosa entre vino, música y fiesta. Todo marcha de manera fenomenal hasta que Feinn realiza preguntas sobre el paradero de su benefactor: El sátiro Smea.

El líder del grupo le comenta a Feinn sobre la terrible reputación de su “amigo” y cómo fue exiliado de la tribu por su tremenda ambición de poder. Sin más, les pide que se retiren. Así continúan su camino guiados por Feinn y la cada vez más débil voz de Smea en su mente.

Después explorar los pantanos aledaños y un antiguo y gigante árbol durante horas; el grupo encuentra a Smea atado como animal dentro de los obscuros túneles del bosque ancestral. Al intentar acercarse a él activan una terrible y mágica trampa que los lleva hasta la guarida del “dios” de los Kobolds… un enorme Dragón Verde.

El dragón, Sef’Var les comenta que él fue quién los guió hasta el Feywild, utilizando a Smea como carnada. Su intención: el saber un poco más de la misteriosa roca de Milarn que traían consigo. Mientras Sef’Var intentaba convencer a nuestros héroes de cederle la poderosa roca; Smea, con sus últimos alientos le daba indicaciones precisas a Feinn para salir de éste aprieto.

Tomando la piedra más pequeña que Dargos traía con él, Feinn le pide a Maedhros la roca de Milarn. El joven eladrin, al darse cuenta que la roca acabaría en manos del temible dragón si no hacia algo rápido le lanzó la poderosa piedra mágica a Feinn.

Ingiriendo la roca más pequeña, y recitando un hechizo en un lenguaje indescifrable, Feinn repentinamente se convirtió en una esfera de luz, emergiendo fuera de la cueva en pocos segundos. Al ver lo anterior, Sef’Var enfureció y comenzó a su feroz ataque contra el grupo. Al darse cuenta que no tenían mucha oportunidad, nuestros aventureros intentaron huir.

Todo parecía perdido, cuando después de poco tiempo vieron descender a una criatura resplandeciente con alas de demonio y el aura de un ángel. Parecía ser Smea… y Feinn… fusionados por el destello de poder de la roca. Con un conjuro, el dragón ahora yacía en las profundidades de los Nueve Infiernos. Después, solo un rojizo resplandor.

Sesión 10: Las fuerzas de Calvia

Después del caos, nuestros aventureros yacían inconscientes en lo que ahora eran las ruinas de Sikalth. Decenas de kobolds muertos esparcidos a lo largo de la ciudad destruida fue el panorama que recibió a nuestros héroes.

Feinn se encontraba con ellos, pero no recordaba nada de lo sucedido. Las rocas… ya no estaban en su poder. Maedhros y Dargos, frustrados por el hecho anterior comenzaron a discutir y atacar a Feinn. Una acalorada discusión respecto a sus intenciones y su benefactor se dio lugar.

Sin embargo, eventualmente retomaron el camino y salieron a la superficie para nuevamente dirigirse a Treolar. Con los ánimos bajos, y con su principal objetivo ahora siendo imposible de completar, nuestros aventureros dudaban de cuál sería la siguiente acción a tomar.

Al continuar su viaje rio abajo, fueron detenidos al aproximarse a Treolar por lo que parecían soldados del ejército de Calvia. Después de ser brevemente interrogados con respecto a su negocio en la cercana ciudad, Dargos logró convencer a los soldados de darles una audiencia con alguno de los oficiales en el campamento militar.

Eventualmente, el comandante del regimiento Marcos Auggus los recibió. Ellos le comentaron sobre su intención de llegar a la ciudad de Felrak. Sin embargo, Treolar se encontraba controlado por una unidad especial del ejército de Gericha. Al parecer, a demás de mantener el frente de guerra en el norte, también habían atacado ciudades de importancia por medio de regimientos de grifones.

Al mostrar su interés por ayudar al ejército de Calvia y sus intenciones de llevar un mensaje importante a la capital, Marcos les revela sobre el plan general de liberación de Treolar. Dargos, dispuesto a combatir por el estandarte de la región a cambio de una módica recompensa, ofrece los servicios de su grupo. Maedhros, al tener toda la intención de llegar a la capital y revelar el fracaso de la misión a los magos de la torre Espiral, tal como Jauffre le hubiera indicado, decide apoyar la moción.

Alte, sabiendo que los eventos los eventos hasta ahora transcurridos tenían que ser notificados a la Iglesia de Erathis en Felrak, decidió continuar. Azum aún en búsqueda de respuestas sabe que llegar a Calvia puede ser la única manera de volver a ver a su hijo. Feinn, aún desconcertado por los eventos recientes, decide continuar por éste camino. Therión, también confundido, acepta la misión.