Saturday, June 16, 2012

No lo sabía y no lo sabré, pero lo adiviné y lo adivinaré

La tierra gira alrededor del sol... o al menos eso dicen los científicos. ¿Alrededor de qué sol gira nuestra vida? ¿Acaso la gravedad es la misma cuando se habla de historias y sentimientos? Me gusta ver a la gente pasar, me gusta imaginar qué piensan y qué sienten. Me gusta aún más estar ahí con ellos mientras platican. Me emociona cuando me empiezan a platicar sobre ellos, sobre su vida, sobre su alma. Verlo todo reflejado en sus ojos... y el resto en sus movimientos. Ver a alguien expresarse es un espectáculo maravilloso, es una verdadera experiencia estética, un momento mágico. Lo es al menos cuando nuestros planetas parecen girar alrededor de la misma estrella. ¿O las estrellas seremos nosotros?

Muchas cosas han cambiado, muchas jamás dejarán de cambiar; sin embargo esa emoción extraña de entender las relaciones humanas, o al menos asimilarlas, es un juego invariablemente divertido. Hay personas difíciles de leer, en algunos casos es prácticamente imposible hacerlo. Lo es al menos cuando se les ve como entes aislados, como personalidades independientes, como estrellas y no como planetas.

Más... si se ve el sistema completo, si se toma el tiempo para ajustar el telescopio y re-calcular los elipses de nuestras propias órbitas, el cristal resulta opaco en comparación con lo claro de nuestras trayectorias. Y esto no tiene que ver con el destino, sino con el mismo ser inherente de nosotros como humanidad.

Lamentablemente nadie quiere escuchar que se le cuente su propia historia. ¿Hay acaso mayor ofensa que redactar el libro de otro autor? La osadía de presumir el saber del otro antes que él mismo es un acto de arrogancia... de arrogancia y naturalidad. Y el agravio es, también, fácil de explicar. Nos creemos bóvedas, nos creemos templos. Nos ocultamos verdades a nosotros mismos, ¿cómo entonces no sentirnos ultrajados cuando nos las recitan de forma clara, fácil y, lo peor de todo, acertada?

Pero que fácil es darse cuenta de las historias de los demás... me pregunto por qué será tan difícil darnos cuenta de las nuestras.


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