Y así comienza el pequeño viaje del joven Fiesta. Comienza de forma un tanto “accidentada”, en el sentido menos literal de la palabra (así es, el avión no se ha estrellado… aún).
Las cosas empezaron tranquilas. Después de empacar ropa, apuntes, libros y artículos misceláneos termine con las dos maletas presupuestadas originalmente en adición a mi mochila donde cargaba a mis hijas (Toshiba y To-chibi). La llegada al aeropuerto internacional Mariano Escobedo resulto sin novedades.
Ya con el equipaje documentado y a una escaza hora de salir el primero de mis vuelos decidí “conectarme” a la súper carretera de la información para asegurarme que estuviera funcionando. Por razones que aún desconozco, “To-chibi” se encontraba descargada. Pero no había razón para alarmarse pues las tomas de corriente eran una comodidad a la que aún tenía acceso.
Todo iba en orden y así aborde el vuelo a la ciudad de México, capital de nuestro hermoso país. En el corto período de viaje consumí un vaso de agua, unos ricos cacahuates avioneros y las primeras páginas de “The Hobbit”. Sin embargo, al comenzar la rutina de descenso me percate de dos cosas que comenzaban a inquietarme:
-Tenía unas ganas ESTÚPIDAS de ir al baño
-El tiempo de conexión era muy corto (1 hora).
Por ahí de las 7:50pm ya me encontraba en camino al mostrador de Airfrance con la primera de mis inquietudes resueltas. Pero la segunda era si acaso el principio de la pequeña aventurita de la que ahora soy protagonista. Al preguntar por mi pase de abordar los “ejecutivos” de la aerolínea me notificaron tristemente que sus vuelos cierran 1 hora antes de la salida… lo que significaba que mi conexión se encontraba cerrada desde que mi vuelo venía aterrizando…
Al reclamar tal situación en ambas aerolíneas la culpa se le atribuyo a la agencia de viajes. Pero el daño estaba hecho y dada la hora no había forma de tomar ni reservar un vuelo hasta el día siguiente. Era un hecho que pasaría al menos una noche en la ciudad de México.
Lo siguiente ahora era recuperar mi equipaje. Dado que en teoría mis maletas viajarían hasta Bilbao, tuve que esperar cerca de 40 minutos para que saliera el vuelo que debía tomar y entonces mi equipaje fuera remitido a las banditas esas tan chistosas que mueven las maletas.
Así, después de atravesar el pasillo principal de la terminal 1 un par de veces y observar las 9 diferentes puertas de salida, para eso de las 10pm ya tenía yo mi equipaje. La siguiente fase era conseguir un hotel. La tarea fue sencilla dadas las facilidades que proporciona el aeropuerto. En la mágica puerta 4 un montón de representantes hoteleros ofrecían sus tarifas para el viajero casual. Haciendo un rápido benchmarking, tome mi elección.
Gracias a la maravilla de la transportación gratis no tuve que preocuparme por economía o seguridad de mi trayecto al hotel. Una docena de minutos después ya me encontraba en mi cuarto más tranquilo y listo para “descansar”.
Después de notificarles de mis imprevistos a mis patrocinadores españoles, decidí tomar un relajante baño de tina y dormir. La mañana siguiente comenzó temprano. Tan pronto estuve listo tomé el transporte de vuelta al aeropuerto para realizar el cambio de mi vuelo y asegurar mi salida esta misma noche.
Al llegar al mostrador de Airfrance no me sorprendió que no hubiera nadie. De forma similar, sus oficinas administrativas se encontraban cerradas; pero no sin un amigable 01-800 impreso en la puerta. Acto seguido me dirigí al primer teléfono público disponible y realicé la llamada.
Después de presionar un par de teclas y unos minutos después, “Karen”, la operadora con acento sudamericano, había tomado mi llamada. Le comenté brevemente mi percance y después de explicarme las “N” diferentes violaciones por las que tendría que pagar recargos, mi vuelo fue finalmente reservado.
Volví al hotel, recogí mis maletas y ahora me encuentro aquí, solo y triste, en el aeropuerto esperando a que den las 5pm para documentar mi equipaje y salir a las 9 de la noche. La verdad me gusta perder el tiempo, siempre y cuando tenga la “infraestructura” necesaria. De forma que estas 6 horas deben pasar muy rápido.
Ahora no me queda más que esperar… y tengan por seguro que la agencia de viajes verá mi cara en cuanto llegué a Bilbao… los mantendré informados.
8 comments:
Nombre chavo. Esas agencias de viajes sirven para 1 cosa: nada.
Suerte en el viaje...
...por cierto, The Hobbit es un librazo!
Ah doomsday for Fede of Doom. Simpatizo y me compadezco, las agencias suck, las aerolineas suck, los aeropuertos suck. Bueno los aeropuertos no tanto, mientras tengas una manera de mantenerte entretenido y comida a tu alcance es posible sobrevivir, pero nadie te quita el coraje de tu percance.
Buen viaje.. lo que resta!
y no te salió en un ojo de la cara? qué es esa actitud de esos señores... tacha.
Suerte en el viaje señor de la fiesta
Te hubieras dado una vueltita nocturna por este hoyo funki.
"por este hoyo funki" jajaja madres that sounds fun!!!
Che Fedesmadres, pos que desmadre papaaaa!
Ni hablar, tu chingales su pinche reputa madre y que te paguen los recargos y el hotel... pinchis perros! pa eso los contrata uno pa no andarla cagando y mira nomás q chistositos!!!
Recuerda marrey, el que no chilla... no mama!
Fede, el cuento que solicitaste a cambio de tu nombre ya está publicado. Gracias por confiar en los cuentitos.
1. Yo no estaba enterada de este post
2. tengo entendido que ya llegaste a tu destino y mis updates... ontan?!
3. Rodican, tan fino como siempre
4. qué tengo que hacer para que esteban dublín me haga un cuento? :(
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