Monday, November 30, 2009

Del mito de la seriedad

Es peligroso jugar con aquello que las personas consideran serio. La gente confunde la risa con la inmadurez, la comedia con lo estúpido, el humor con lo trivial. El trabajo, la escuela, el amor, la muerte… el llanto. Todo es tan definitivo, tan “real” y por ende, asume la gente, tan ajeno a la ligereza de un par de chascarrillos.

Puede que no todo en esta vida sean juegos y diversión; pero considero que hay más de todo eso de lo que normalmente la gente se atreve a aceptar. Día con día vemos como las personas van perdiendo esa voluntad de sonreír ante la aparente crueldad de la vida. La sociedad exige que nos comportemos. Demanda respeto y total corrección.

Así es complicado el relajarse y aprender a vivir. Es un riesgo el considerar nuestra existencia una broma; pero a veces me es difícil ver la seriedad en una intrascendencia tan marcada en ese parpadeo de eventos que componen la vida humana. Quisiera saber en qué momento se termino el “recreo” y comenzó esta terrible lectura de ilusoria solemnidad.

No pretendo que vayamos por ahí subestimando la vida en sí como un fugaz juego donde el objetivo solo es divertirnos a expensas de lo que nos rodea. Es simplemente que el concepto de la seriedad ni siquiera nos permite ver como lo anterior sería posible si decidimos relajarnos un poco y bromear.

La comedia no trivializa la vida ni sus experiencias; simplemente las interpreta con fresca fortaleza, consciente de sus límites y más consiente aún de su realidad. A veces incluso exhibe una familiarización mucho mayor con el mundo de lo que una vacía formalidad podría alcanzar. La diversión, la ligereza y el placer de no tomarse en serio son también un arte.

Es fácil visualizar una terrible tragedia. Basta tan solo un par de melancólicos recuerdos para recordar como llorar. En minutos y con tan solo unas cuantas palabras podemos teñir de caras largas un evento. Pero el producir una risa sincera, el olvidar por un segundo tu existir al perderte en el humor, el hacer reflexionar sobre esa misma experiencia de la vida en base a un comentario sagaz; en mi opinión, es mucho más complicado. Y no por complicado, más serio.

Es bueno estar triste, llorar… tomar las cosas en serio y de una u otra forma estar a la “altura de las circunstancias”. Pero bajo ningún motivo hay que desacreditar la falta de seriedad, el placer de jugar ni el respiro de una broma. Puede que ellos no estén acostumbrados… ni siquiera listos para entenderlo; pero por alguna razón siempre parece que la vida es la que se burla de nosotros.

2 comments:

Kyuuketsuki said...

Ahora estoy muy de acuerdo contigo. La solemnidad y la seriedad es algo sobrevalorado y ojalá fuéramos más capaces de reír con liviandad. Simple.

Pinkrobot said...

fundamentos del humor negro 101