D&D Update: The cold embrace of death (Pun intended)

Llega un momento en la vida de toda roleada en la que uno o varios de los jugadores mueren, ya sea de forma divertida, épica, malacopa o increíblemente dolorosa. Ese punto se alcanzó la sesión pasada en la ya conocida “Roleada del Fede”.

Con una explosión de miles de ajugas de hielo y veinte dados de seis después, Vido, Bob y Fëanor mordieron el polvo. A continuación, una breve recapitulación de los eventos que llevaron a tan fatídico desenlace.

Sesión 6: La Serpiente de Hielo

Después de haber obtenido el segundo de los componentes del hechizo en las cavernas de Kalstera, nuestros héroes volvieron a la comunidad de amazonas en Ganthaladan (Menos el león del João, porque el Juez no se distrae con pequeñeces).

Una vez descansados y surtidos de pergaminos mágicos, Karlov (Chuck) los tele trasportó a las gélidas planicies de Norda. Aunque las condiciones eran extremas, el grupo estaba más que preparado:

• Abrigos de Oso: check
• Esfera mágica para controlar el clima: check
• Hechizo para absorber daño de frío: check
• Más de 80 hitpoints: ...

En fin; mientras pasaban las horas los aventureros se impacientaban al no encontrar indicios de una serpiente de hielo. Después de un pequeño desliz, el grupo se encontraba en una cueva subterránea en dónde fueron atacados por cinco salamandras de hielo o como Bob las llamaría, “Los goyiras”.

Eventualmente salieron de la caverna y continuaron su difícil caminar por el desierto de nieve y hielo. Fue entonces cuando comenzaron a seguir un rastro de huellas particularmente extraño. Algunos kilómetros después la raza ya traía su desmadrito contra tres monstruosos ciempiés gigantes.

Sin embargo, no había nada que temer. Fëanor con “Hold Monster” pa’ tirar pa’ arriba. Rurik copa desgraciando (coup de grace), Bob sneak attackeando, Vido y su daño enfermo, Darrek haciendo jaladas y Marion que por fin pudo matar a un monstruo con más de veinte hit points con el Harm.

Todo era juego y diversión hasta que llegó la serpiente de hielo (aka Frost Worm aka Muerte y Destrucción). Primero, su chirrido maligno paralizó al buen Bob (He was doomed). Luego, un amigable cono de frío (EQUIS, 15d6). Una mordidita por aquí y por allá. Pero después… Vido lanzó un orbe de fuego que destruiría a la temible creatura. Entonces…

“You hear that Mr. Anderson?... That is the sound of inevitability”

Agente Smith

La serpiente comenzó a cristalizarse antes de estallar en una nube de granizo y frías lanzas de hielo. Varios dados de seis después (12d6 cold + 8d6 piercing), la mitad del grupo yacía muerta en la nieve. Rurik logró salvar a Marion, quién a su vez pudo curar a Darrek (João).

Habían conseguido el componente… pero ¿A qué precio? (¡¡¡¡¡¡¡Llevamé a miiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!).

El reducido número de aventureros se encontraban perdidos en el desierto de nieve, sin más remedio que tratar de seguir sus propias huellas de regreso a la cueva dónde Karlov los dejó. Darrek (João) con sus locas habilidades druídicas se convirtió en un lobo capaz de seguir las huellas de forma segura y eficiente. A paso lento (súper lento), pero seguro, Rurik, Marion y Darrek (João) se acercaban poco a poco a su destino.

Sin embargo, la noche ya había caído en la helada planicie de Norda. Y fue entonces, cuando Rurik escuchó unos pasos cerca del grupo. Como todo buen dwarfo que ve en la noche, se acercó cuidadosamente solo para darse cuenta de la presencia de dos gigantes de hielo. Rurik tenía frente a él una de esas encrucijadas que cambian vidas.

Rurik Angelito: No lo hagas Rurik, hay mucho en juego. No arriesges tu vida y la de tus amigos. Hoy ya tuvieron suficientes emociones.

Rurik Diablito: ¡PUTEATELOS! Son gigantes, los gigantes solo merecen una cosa: ¡UNA PUTIZA!

Rurik Angelito: No Rurik… piensa en los niños… y en los cadáveres que traes en la bag of holding.

Rurik Diablito: Traen unas bolsas BIEN grandes. Apuesto a que están llenas de oro, pergaminos de resurrección y dwarfitas bien buenas.

Kab y João: Si, si, si. Tú déjateles ir Manny.

Y ¡PUM! Un segundo después Rurik estaba tirando un gigante al suelo… Es en estos casos cuando uno utiliza la expresión: “Shit was about to hit the fan”.

Mientras tanto... Los antílopes comían del pasto, los leones se alimentaban de antílopes, el suelo se nutría de la muerte y producía nueva vegetación para continuar el hermoso ciclo de la vida.

Bob: ¿Dónde estamos y la erg..?

Vido: Lo último que recuerdo es que me sentía como alfiletero

Fëanor: Si mi sentido élfico es correcto, estamos muertos.

Bob: Nah… eso no les pasa a los aventureros… ¿verdad?

Vido: Muertos eh… Eso solo quiere decir una cosa. Voy a soñar con galaxias, planetas y viajes astrales solo para despertarme más blanco y poderoso que nunca. Eso me lo enseñaron en la escuela de magos.

Fëanor: Esperen… estoy teniendo una visión. Parece… ser Rurik… dejándosele ir a unos gigantes de hielo.

Vido: ¡PUUUUUUUUTA! Ya valió madre.

Bob: Me gustaría estar ahí…

Fëanor: Ahí estas… en la bag of holding, al lado de mí y dos bombas de humo.

Vido: Le voy 10 a los gigantes.

Hoolie: Eh, vamos a partirnos la madre en el Call

Lucio: Ya te cargó la verga papirri.

Rurik, Marion y Darrek (João) estaban “duking it out” con los gigantes, golpe, tras golpe de emoción ilimitada. Lluvia de impactos, esferas de fuego, bestias conjuradas y “full wasangas” llenaban el ambiente.

Al principio, parecía que la “Roleada del Fede” terminaría tristemente con un montón de aventureros degollados con hachas gigantes. Sin embargo, poco a poco las cosas empezaron a cambiar. Fue entonces que llegó ese momento clave. Matar o Morir.

Rurik no aguantaría otro embate del gigante. Tirado y herido, su vida dependía solo de él. Para su suerte y la de sus compañeros logró dar el golpe final, desenlazando la sesión más mortífera hasta la fecha.

¿Qué habrá en las bolsas de los gigantes? ¿Podrán revivir a los compañeros caídos? ¿Morirán más o menos personas al ir por el ojo de un dragón rojo?

Estas respuestas y más en el próximo D&D Update… of doom.